lunes, 6 de julio de 2015

LOS HOMBRES TAMBIÉN SON MORRONGOS

(En coautoría con uno de ellos) 


Para empezar tenemos que definir el término “morrongo”,  en este caso se refiere a ese tipo de persona que quiere mostrarse como su entorno le exige a pesar de que su forma de pensar sea otra diferente, es decir, se comportan y hablan como se supone que deberían hacerlo pero realmente no es consecuente con su forma de pensar.

En los últimos tiempos se nos ha acusado a las mujeres de ser mojigatas, tanto que con el paso del tiempo muchas hemos dado el paso para ser mucho más “relajadas” con ciertos temas, pero entonces al hacer el cambio la sociedad absurda en la que vivimos nos catalogó de “libertinas” “inmorales” y etc  etc, o sea básicamente quieren un supuesto término medio que "ni muy muy ni tan tan”, y bueno puede que podamos esforzarnos por conseguir el tan anhelado punto medio, pero ¿y que hay de los hombres?, obviamente ellos también deben ajustarse a lo que nosotras queremos y dejar de ser morrongos, porque ellos lo son, a pesar de que ninguno quiera aceptarlo.

¿Cuáles son mis razones para hacer esta afirmación?, sencillo, siempre están alardeando de buscar una mujer que este a su mismo nivel en lo profesional, laboral y sin duda alguna sexual, entre otras, pero cuando se les aparece una que cumple con estas características florece su morronguería y empezamos a sufrir con sus teorías ansiolíticas en las que intentan justificar el miedo que les da enfrentar una mujer libre, que llego lejos y no titubea al hacer una invitación lujuriosa, empiezan a exaltarse adjetivos como “necesitada” o “buscona”, rematándolo con frases como la que escuche hace poco de un compañero: “es que NO pueden ser así de primerazo porque quedan mal”, ¡¡¡Morrongo a la vista!!! , y ¿mal como porque? ¿No es eso lo que socialmente piden?, una mujer de mundo que evite la idea de ser la ama de cada abnegada dependiente de su compañero sentimental, aburridora y novelera, porque este es también principal argumento para justificar la infidelidad masculina, en lo que no ahondare por ahora puesto que me llevaría páginas enteras y en este momento andamos es en otro tema.

Como les venía diciendo, si es verdad que desean una evolución en el pensamiento femenino es hora de que ustedes, queridos hombres del siglo XXI, sean consecuentes con lo que piden, por eso chicos si ustedes son de los que piden una mujer que los satisfaga y a la vez les de libertad para luego salir con una de estas frasecitas, háganos el favor y saquen su nombre de la lista de solteros codiciados, porque así como ustedes exigen nosotras también queremos un hombre que nos de la talla, que esté dispuesto a dar de lo mismo que recibe, y que no esté esperando en el fondo ser el típico tipo que se cree el chacho teniendo un montón de amiguitas de las que espera fidelidad porque él es hombre y ella mujer, ese cuentico está mandado a recoger, y no precisamente por ustedes, sino por nosotras que nos cansamos de hacer maromas para que al final estén buscando las mismas cosas de diez décadas atrás. 

Las mujeres también queremos ver un cambio en ustedes, nuestras madres y abuelas les ofrecieron ese tipo de mujer doblegada, amante del hogar, dispuesta a dejar sus sueños de lado por conformar una familia llena de hijos y por ahí derecho con perrito incluido, pero no les agradó, al contrario les pagaron siendo unos guaches de quinta, groseros borrachines o mujeriegos, justificándose en que les tocaba solitos trabajar y aportar “lo más importante”, el dinero. Entonces según esto resulta que el problema era ese, así que vino todo este cuento de la liberación femenina que nos dio voz  y voto, como se dice popularmente, y empezamos a aportar, aunque también con ello tuvimos acceso a “cosas de hombres”, como tomar alcohol y tener sexo con quien quisiéramos, lo que es apenas lógico, y de igual manera les pareció malo, así que como no les gustó ni una cosa ni la otra ya es hora de que sean ustedes los que se moldeen a nosotras. 

Ahora bien lo anterior y lo que diré a continuación lo hago en nombre de las mujeres de esta era y con el respeto de las que aún son chapadas a la antigua, queremos hombres que admitan que es lo que buscan sinceramente, ya sea algo más o solo sexo, pero que dejen de andar con pañitos de agua tibia, queremos sujetos que sean capaces de mantener una relación con una sola mujer y que si les queda grande también tengan los pantalones de admitir que no pudieron, en lugar de culparnos a nosotras, ya es momento de que se esfuercen por entendernos y por ser el tipo de hombre ideal, vayan al gimnasio, arréglense hasta para ir al parque, estén siempre bien peinaditos y afeitados, sean detallistas y eviten al máximo la mala memoria, con tanta aplicación móvil es imposible que se les pase la fecha especial de la relación, y por último y no menos importante dejen de andar detrás de cuanta escoba con falda que les pela el diente, no es tan difícil valorar lo que se tiene al lado.

De igual manera y para que no sintieran tan vulnerados es propio dejar también que se defiendan y por eso le pedí a un hombre que en mi concepto tiene alguna de las características para entran en el grupo de los morrongos que se defendiera, y sí que me ha sorprendido con su respuesta, la cual les dejare a continuación para que sean ustedes mismos quienes decidan quien tiene la razón, si él o yo.

Nos dices morrongos a pesar de que ustedes como mujeres alcanzaron una de las cosas que más querían: superar al hombre, ya toman, bailan y hasta salen con varios tipos, pero tanto fue ese capricho que se convirtieron en uno más de nosotros, llegando al punto de superarnos, porque todos hemos visto que la mujer estudio tanto el papel que lo llevo al límite, adaptando y mejorando incluso las mentiras masculinas, logran sostenerlas sin caer, eso sí al principio se dan duro ensayando porque no les es fácil el mentir, lo cual no es un secreto, pero cuando ya “le cogen el tiro”, ¡DIOS MIO! ni te atravieses ya que puede destruirte al punto de volverte m”#%  y dejarte suplicando. Ahora bien y aunque suene redundante,  el hombre SIEMPRE TIENE ALGO DE UNA MENTIRA QUE VIENE DE OTRA MENTIRA SOBRE UNA TERCERA MENTIRA QUE JAMAS TE DEJARÁ IDENTIFICARLO EN TODA SU ESENCIA, por eso aplaudimos que ustedes ya dominen y sepan más que nosotros de esto.

Por otro lado, acepto que como hombres nos quejamos de la mujer así sea casi perfecta,  sin embargo  lo hacemos con el fin de que cada día sean mejores, que se den cuenta que también pueden,  y aunque lo anterior suena a frase de cajón pues aquí voy a explicarle a las mujeres algunos de los motivos de nuestra insatisfacción, primero cuando es una relación de noviazgo todo es color de rosa, que los abrazos, los besitos, los apodos, yo te apoyo, hagamos esto o lo otro, en fin …  un mundo de cosas que dan ganas de enamorarse cada día más de esa persona, y creo que así debería ser por siempre, pero llegamos a la costumbre y monotonía o al matrimonio (que es lo mismo), nos casamos tenemos hijos y “¡adiós amor de verano!” , puesto que en primer lugar la mujer se siente destruida por lo que pasan a ser madres y así no lo digan, me atrevería a afirmar que es el infierno; ninguna de las madres que conozco nació  para ser madre, pues es un curso que inicia desde que nace el nuevo ser hasta la hora que sale de casa, e incluso en ese momento sienten que tampoco fue lo suficiente, y esto a causa de que detrás de todo ese amor quedaron trancados mil y miles de sueños, que no solo acabaron en el olvido sino que también se llevaron muchos planes y expectativas con ellos, y puede que sea cierto pero nos culpan de ello.

Y todo lo anterior es entendible, pero ¿por qué no lo dicen? ¿Por qué acumulan tanto dolor en ustedes? Y esperan la hora que se presente un problema para salirnos con “por tu culpa yo no hice esto” “por tu culpa no viaje” “por tu culpa no fui señorita Colombia” y millares de cosas por el estilo.

Mujeres, tranquilas nosotros, o algunos, no somos tan ogros para no entender que ustedes tienen sueños, por eso siempre les he aconsejado a las mujeres que cuiden su apariencia, cuiden esa sonrisa que hace que uno las vea más hermosas y sobretodo jamás dejen de soñar pues también con eso demuestran a sus hijos y al mundo que si es posible de salir adelante sin culpar a los demás que todas son ese “ni muy muy ni tan tan”.  ¿Y cómo se hace eso? Dirán, pues uniéndose con el morrongo que tienen al lado para trabajar en equipo en todos los aspectos y así serán felices, y si no pregúntenle a Shrek y Fiona, o esa fue mi moraleja de la película.

Volviendo al tema no digo que no hay hombres malos y morrongos, porque si los hay, pero no somos todos, cuando vayan a conocer a un hombre dense tiempo de estudiarlo, que hace, que le gusta y que metas tiene, que ustedes perfectamente saben realizar estos análisis,  aunque si dado el caso no quieren hacerlo, por lo menos eviten enamorarse del vago vicioso que roba en la esquina y que no conforme con eso engaña a varias solo porque es el “Stikmaster” (citando a la popular cinta American Pie).

Para terminar me queda decirles que se enamoren del que comparta tus sueños, apoyándose el uno al otro; enserio ya no queremos que otra mujer diga “PERO ES QUE CUANDO LO CONOCI NO ERA ASI”, ya no se victimicen más y no busquen culpables, si te dejaron, otro valorara ese amor y si vuelve que pida perdón, aunque sinceramente yo no estoy en desacuerdo con las segundas terceras y cuartas oportunidades, porque son masoquismo puro y sirven para destruir lo poco que queda del corazón,  si no quieres ser morronga como el hombre morrongo no te conviertas en ese ser que llaman hombre, cada uno tiene una vida distinta a la de los demás, nadie es igual a nadie, si lo fuéramos este mundo sería aburrido, lleno de seres homogéneos con los que simplemente nada pasaría, por lo que no tendría sentido la vida; enserio necesitamos dejar tanta morronguería de parte y parte para hacer locuras, viajar por el mundo, hacer cosas tan inexplicables que ni uno mismo pueda entender. Mis queridas mujeres dejen de escudarse en estas teorias, a lo único que tiene que estar sujetas es al brasier, y eso porque lo necesitan no queremos que nos dejen viscos de tanto movimiento allá. 

Y aun así, finalmente me pregunto ¿quién no tiene algo de morrongo o morronga?, sin embargo vamos que nos espera una mejor vida, soñemos y paso a paso disfrutemos de quienes aparezcan y se hagan parte de nuestro camino, no por nada se dice que cada persona aparece en nuestra vida por alguna razón, además ¿qué más da?, ¿que sería la vida sin fallar y sin caer?; incluso gracias y mil gracias a los hombres morrongos ya que si no fuera por toda la estupidez que tenemos  (incluyéndome), no conoceríamos el gran mundo que es la mujer y a ustedes mujeres  gracias por tratar de estudiarnos cada día más intentando conseguir sin éxito una conclusión exacta, para justificar eso de que  "todos somos iguales”.

LA VIDA DESPUÉS DE LA TUSA



Como todo ser humano tuve que vivir el desamor a carne viva y sin anestesia, yo también fui víctima de palabras vacías y promesas incumplidas, esas mismas que me hicieron creer en la historia con un final feliz y luego sin previo aviso me rompieron el corazón mientras escuchaba baladas románticas corta venas que me dejaban deshidratada de tantas lagrimas que derramaba, aunque finalmente llegó este día, en el que la nostalgia no es de tristeza sino de orgullo por haber logrado ser tan fuerte, soportar el dolor y dar un paso más hacia la madurez.

Contra todo pronóstico - mío por supuesto - NO MORÍ, hubieron momentos terribles, en los que incluso suplicaba, no sé por qué ni a quién, que ya no doliera más, que el sufrimiento mermara y me diera un día de descanso, sin embargo ahora que veo las cosas claras me doy cuenta que a pesar de ser un proceso necesario, fue una pérdida de tiempo, no vale la pena llorar, gritar, trasnocharse y recordar cada momento, porque eso es una autoflagelación que no lleva a nada más que sentirse peor, en lugar de eso deberíamos adoptar nuevas rutinas y disfrutar de la nueva oportunidad que nos brinda la vida.

Ya han pasado algunos cuantos meses y el descanso que siento en mi interior es una sensación indescriptible, volví a comer y ganar un par de kilos de los que había perdido por estar sumida en la depresión, porque eso si no hay dieta más efectiva que la tusa, ya recordé lo que se siente dormir hasta tarde otra vez, puedo pasar tiempo sola en mi casa e incluso volví al juego de la conquista, claro que esto último fue después de haberme creído y superado el cuento de que era el patito más feo del estaque, que es otro de los pensamientos absurdos con los que nos
torturamos.

Ahora entiendo todo, el túnel en el que estaba se ve tan claro desde afuera, todo era cuestión de entender que la vida es cambiante y que “el mundo no es una fábrica de deseos” (bajo la misma estrella), frase que quedó grabada en mi cabeza después de ver una de mis películas dominicales, porque ahora dedico los domingos totalmente a mí, antes de que aparezca quien me los robe otra vez, aunque aquí debo aclarar que si algo me enseño toda esta experiencia es que no volveré a entregar el cien por ciento de mi tiempo, pero tal vez no tenga tantos fines de semana libres como ahora, así que aprovechare al máximo los que tengo en este momento. 


Hoy en día mi vida es totalmente diferente a lo que era cuando estaba con el prospecto de novio que tenía, y tengo que decir que ahora me gusta más, hago lo que quiero en todo el sentido de la palabra, duermo el día entero, voy de compras cuando quiero, cambie mi look, salgo con los amigos y amigas que en su tiempo deje olvidados (de lo que me arrepiento profundamente) y en pocas palabras todo lo que hacía por él lo hago ahora por mí, aprendí que no puedo buscar la felicidad de nadie a costa de la mía, por lo que recupere también proyectos que deje olvidados. Y es que a veces no nos damos cuenta que sacrificamos demasiadas cosas por otras personas, como en mi caso que incluso reprimí mi amor por escribir solo porque a mi ex, le costaba un esfuerzo sobre humano entender lo que escribía para él, por lo que me hizo creer el cuento de que yo era un fallido intento de escritora, aunque tal parece él era el fallido intento de agilidad cognitiva, porque tengo que admitir que el pobre no era muy pilo, a pesar de que quise ocultarlo y negármelo de una y mil maneras.

Por otro lado, en uno de mis ratos de ocio leí en algún sitio web que “después de superar algunos infiernos no cualquier demonio te quema”, lo cual es totalmente cierto, porque luego de que se supera la primera tusa ya sabes cómo hacerle frente a las que vengan, ya sabes que se siente, cuanto dura, como duele e incluso cuales son las estrategias a las que hay recurrir para sanar más fácil y a cuales no, como por ejemplo eso de la terapia de choque, ya que puede que transcurridos unos meses sea fácil enfrentarse a todo aquello que nos evoca a esa persona y nos toca los sentimientos, pero recién se termina la relación es mejor evitar el acto de crueldad con uno mismo buscando lo que en este caso ya estaría perdido, no hay que mirar fotos una y otra vez, no se debe escuchar las canciones con las que lo engatusaron y mucho menos intentar ser Sherlock Holmes averiguando cada detalle de la nueva vida de esa persona, a la que por cierto muy poco le importo la tuya. Estos entre muchos otros actos masoquistas que comentemos.

Finalmente hay que admitir que al terminar este ciclo de dolor y sufrimiento tan profundo es inevitable que nos queden cicatrices a causa de las heridas y por ende nos cueste volver a creer o querer igual a alguien más, sin embargo en mi percepción esto no es tan malo, porque el concepto de amor cien por ciento sincero agoniza, lo que le da más sentido al hecho de que cupido use pañal y nos hace llegar a un punto en el que no tenemos que escoger a quien querer sino por quien sufrir, así que más vale estar precavido, puesto que a fin de cuentas la primera decepción es por ingenuidad y la segunda por elección.